miércoles, 19 de noviembre de 2008

Buscarse la Vida: Parte IV

Sorry, no English this time/yet.

Pasatiempos


Esta entrada de nuestras aventuras podría ser la entrada de blog más corta de la historia o la más larga. Uno no sabe, cuando empieza a escribir, si lo que salga de su mente y sus manos será un torrente o una gota de agua. De modo que empezaré por la versión corta, y ya veremos a donde me lleva.

En estas cuatro semanas nuestros pasatiempos han sido:

  • - Frikear
  • - Frikear
  • - Frikear
  • - Y frikear
    Esa era la versión corta. Ahora sigo.

    Frikear. No importa lo que tengamos en mente, o con quién nos juntemos, que siempre acabamos frikeando. Si no es con disfraces de tigre





    …es con guitarras de plástico:



    Y es que así somos nosotros. Viene Jacinto de visita y lo primero que hacemos es disponer todos los elementos necesarios para quedarnos frikeando en casa en lugar de ir a visitar Madrid. Observad cuán rápidamente hemos llenado los huecos del salón:




    Básicamente lo primero que hicimos fue ir al Carrefour de al lado para encontrar la manera de conectar mi ordenador, que es el que tiene el Guitar Hero, con el equipo de música para fliparnos a tope. Unos días más tarde nos traerían esa caja de zapatos con forma de televisión en la que todas las personas que aparecen tienen hepatitis, y como pensamos que no habíamos llenado las zonas comunes del piso de suficientes cosas, las llenamos de ropa:




    En realidad es que necesitamos hacer una colada y las dos primeras semanas estuvo lloviendo o amenazando lluvia todos los días. Además, yo no había encargado ningún tipo de mesa para mí, de modo que puse el ordenador en el salón mientras me hacía con una, lo cual resultó muy beneficioso para nuestras horas de esparcimiento, aunque un poco perjudicial para nuestra pretendida actividad diaria (buscar trabajo).

    En fin, empezando por relatar lo que vivimos con Jacinto, lo primero que hicimos fue colocar las cosas y luego comer. Resulta irónico que ni Juan Raúl ni yo hubiésemos traído comida de casa preparada por nuestras amantísimas madres, y que fuera la madre de Jacinto la que se preocupase de hacer una empanada para nosotros.





    Dimos buena cuenta de la mayor parte, pero luego no nos acordamos de ella hasta una semana después, cuando tuvimos que tirarla porque presentaba este aspecto:



    Así que sábado que llegó jacinto nos pasamos la tarde haciendo de músicos farsantes, amén de la mañana siguiente. Pero no queríamos pasar el fin de semana encerrados, de modo que nos propusimos echar la tarde en al ciudad, yendo al Museo del Prado, al Retiro, etc. Tenía una cuenta pendiente con el Retiro, porque Juan Raúl y yo estuvimos el viernes por la tarde, aprovechando que pasábamos cerca, y vimos los coches de competición de la exposición Martini Legends, además de a mi querida Berta Collado, mujer a la que profeso un amor infinito, casto y puro desde aquella tarde. Pero eso fue el viernes, antes de que llegase Jacinto, y ese día quedamos con Javier, un amigo de Juan Raúl que estaba de paso con el que salimos a cenar y un rato a un bar antes de que nos cerraran el metro.

    El día que nos ocupa, el domingo, queríamos ver la exposición de Rembrandt en el Museo del Prado aprovechando que los domingos se entra gratis... en la exposición fija. Rembrandt costaba 8 €, y como estábamos en modo ahorro pasamos y decidimos entrar en el otro sitio.

    Estuvimos esperando cerca de media hora, imaginaba yo que porque no podía ir entrando la gente hasta que fuese saliendo la que había dentro. Entramos, estuvimos viendo cuadros, y se nos hizo tarde para ir al Retiro, por lo que os quedáis sin fotos igual que me quedé yo.

    Así pues, cambiamos de planes y llamamos a José Luis, con quien habíamos comido uno de los días anteriores en el comedor de la Facultad de Medicina de la UAM, para preguntarle dónde podíamos ir. Nos aconsejó la Plaza del Dos de Mayo, donde a partir de cierta hora se suponía que habría ambiente y sitios para cenar.

    En cambio llegamos y había niños jugando en el parque, estábamos muertos de hambre y no se veía que sirviesen de cena en ningún sitio. Yo le comenté a Juan Raúl que era normal, que las 20:15 era un poco temprano para cenar, pero aún así teníamos hambre y acabamos andando un poco más y entrando en un TelePizza. Después volvimos a la plaza y aún así no vimos demasiado ambiente y estuvimos de vuelta en casa a las 23:00. Recuerdo la hora porque Juan Raúl nos preguntó a Jacinto y a mí por ella para que pudiera ajustar el reloj de su móvil, ya que, según se dio cuenta cuando Sandra le pidió la hora, se había retrasado un poco.

    También lo recuerdo porque a la mañana siguiente, el reloj de mi ordenador estaba extrañamente retrasado dos horas. Es normal cuando cambio entre Windows y Linux que se retrase una hora, porque mientras que Windows usa la hora tal cual, Linux te muestra la hora de tu franja horaria pero en realidad fija el reloj del ordenador en GMT. Pero no era una hora de retraso, sino dos. ¿Qué había pasado?
    ¡La madrugada del domingo se cambiaba la hora! En resumen: estuvimos cuarenta y cinco minutos esperando en el museo porque llegamos casi una hora antes de tiempo, no había ambiente en la Plaza del Dos de Mayo ni ponían de cenar porque eran las 19:15, ¡cenamos a las 20:00!, y Sandra llegó una hora temprano a trabajar porque le preguntó a Juan Raúl la hora... ¡que él había ajustado incorrectamente por habernos preguntado a Jacinto y a mí, que no reparamos en la extraña coincidencia de tener una hora de diferencia con el reloj de Juan Raúl y estar en el último fin de semana de octubre!

    Un desastre.

    En fin, que ese lunes nos encontramos con que nos habían regalado una hora de vida que seguramente desperdiciamos jugando al Guitar Hero o bailando el Disfraz de Tigre, himno que Jacinto habría de llevar como mensaje profético a Francia y allá donde fuese. Lo fuerte es que el había visto al grupo en directo en Sevilla y no recordaba esa canción.
    Otra cosa fuerte es que Jacinto se fue sin haber conocido a una de nuestras dos compañeras de piso, que nunca aparecía por allí; y la otra durmió allí sólo dos noches y nos dijo que no volvería hasta el viernes. Así que seguíamos a nuestras anchas. Era virtualmente como vivir solos. ¡Qué felices nos las prometíamos entonces!

    Bueno, Jacinto se fue, en nuestra casa parte de su equipaje, un montón de pelos (que Juan Raúl se encargó de cortarle y tras lo cual procedió a repetir la operación consigo mismo) y vestido con tres abrigos porque en su vuelo no tenía reserva para equipaje facturado y el de mano tenía ciertos límites que casi lo dejan en tierra, y no volvería hasta la semana siguiente. En el resto de la semana hicimos poca cosa aparte de nuestra ocupación principal de buscar trabajo y nuestro pasatiempo guitarril, o debería decir aparte de nuestro pasatiempo de buscarnos la vida y nuestra principal ocupación de jugar al Guitar Hero. Tanto es así que hasta Marta la Loca terminó jugando:





    Quizá ahora debería hablar de Marta la Loca.

    Marta la Loca es una muchacha que Juan Raúl conoció en Internet la madrugada del día que vinimos a Madrid. Estuvo toda la noche hablando con ella por teléfono, porque ésta, a las tres frases escritas - literalmente - , se cansó de escribir y le pidió el número para llamarlo. Resulta que es una chavala un poco rara, en el sentido de que en un momento está toda simpática y al siguiente minuto la conversación telefónica es todo tensa por lo borde y cortante que se pone. Afortunadamente en persona es más afable, si bien le busca las vueltas a todo lo que dices y te deja cortado a cada frase. Juan Raúl dice que se parece a mí. Debe ser verdad porque mientras que a él le cuesta a veces comunicarse con ella, parece que yo hablo su mismo idioma.

    Bueno, pues la conoció telefónicamente aquel día y también estuvo hablando con ella un par de horas en el extenuante viaje a Madrid. Además ella le llamaba de casi todos los días y hablaban por teléfono, tras lo cual a menudo Juan Raúl acababa encabronado por las salidas y aparentes cambios de humor que tiene la tía por teléfono (de ahí el apodo de "La Loca" que tenía asignado ya desde la primera conversación). Con todo eso me resultaba extraño que de vez en cuando Juan Raúl propusiera verse con ella aprovechando que estábamos dando vueltas por Madrid de un sitio a otro, pero es que Juan Raúl es un tipo tan amistoso…

    No, antes de que penséis mal tengo que decir que no hubo nunca ninguna intención de realizar actividades perejiles por ninguno de los dos. De hecho, ella siempre era reacia a aceptar verse con Juan Raúl, y además creo que le disgustan ciertas perversiones que Juan Raúl tiene por cariñitos de andar por casa.

    En fin, que un día la visitamos un rato en su casa, en medio de una misión de exterminio (tenía el piso lleno de trampas de cucarachas, y hasta hizo a Juan Raúl pasar por el supermercado a por Cucal antes de verlo en persona por primera vez, y encima se encabronó cuando no compró específicamente la marca que ella había dicho), y otro día vino a la nuestra a cenar, jugar un Cutrescattergories (no se trajo el juego y por lo tanto nos lo inventamos) y entretenerse un rato con el Guitar Hero.

    Guitar Hero, Guitar Hero, Guitar Hero… ¡Que no es el Guitar Hero, que es el Frets on Fire! Me gustaría aclararlo para futuras menciones. Aunque tengo el Guitar Hero III, también tengo un clon de código abierto en el que tengo todas las canciones original es de los juegos comerciales Guitar Hero y Rock Band además de otros cientos hechas por los usuarios. Aun así, seguiré escribiendo Guitar Hero para que se entienda.

    Pues eso es lo que hacemos en casa entre semana (a excepción de un par de veces que hemos ido a un bar con los compañeros de master de Jotse) , jugar al Guitar Hero y ver alguna peli en el ordenador, si bien ahora Juan Raúl se ha aficionado al Spore (y a mí me ha reencendido un poco el interés) desde que viésemos un anuncio de Little Big Planet en la tele y por asociación le preguntase si había visto algo de Spore. Podemos conectarnos a Internet en casa, pero de momento sólo tenemos un módem GPRS que compartimos mientras desarrollo el Proyecto Internet Gratis, que consiste en que me he comprado un adaptador Wi-Fi con el que estoy intentando crackear la seguridad de la red inalámbrica de algún vecino con el objeto de no gastarnos un duro en la conexión. Así que mientras tanto Internet lo usamos en casa sólo lo imprescindible. Ya leeréis dentro de un momento cómo lo usamos fuera de ella.

    En cuanto a los fines de semana, también suelen ser todos parecidos. Básicamente quedamos con Jotse y Cía y, hagamos lo que hagamos, vayamos a donde vayamos, al final terminamos en su casa viendo videos frikis en YouTube. Memorable entre las salidas es la vez que Juanma (uno de los vascos que viven con Jotse) cogió una borrachera del copón e intentó convencer a un negro de que era de Bilbao, y de entre las quedadas tranquilas cuando aprendimos también por boca de los vascos que el término "guarreridas españolas" tiene razón de ser, ya que para ellos dichas cosas sólo se hacen en las pornos. Eso sí, por muy destacables que sean los ratos que pasemos por ahí o en casa de Jotse charlando o jugando a cualquier cosa (véase Wii, El Asesino, Psiquiatría), nunca falta el YouTube. Sí, es muy triste, pero es lo que hacemos. Salgamos de bares o cenemos y nos quedemos de tranqui, al final siempre acabamos viendo frikadas. Y lo peor de todo es que arrastramos a nuestras visitas a semejante actividad. Por ejemplo, este fin de semana ha venido Samantha, y aparte de que un día fuimos a cenar a un chino, básicamente ha estado en casa y no se ha librado del Disfraz de Tigre ni de acabar en casa de Jotse mirando el YouTube.




    Al menos yo puedo encontrar aquí una actividad que me llena muchísimo y de la que podría tener todos los días. Y mira que quería no desarrollarla hasta que encontrara trabajo, pero no fui capaz de resistirme. Y es que soy capaz de estar dos meses sin beber (sí, amigos, sí, sigo en ello, qué cabezón soy) pero no puedo pasar de los conciertos. ¡Quién me mandaría a mí mirar la agenda de conciertos de Madrid! Riéte tú de lo que antes mencionaba del "modo ahorro". No he podido evitar ir a Sonata Arctica, a Dare + Kip Winger, y para mí que voy a ver a Korpiklaani + Battlelore esta semana. Lo bueno es que así me quito de frikear un poco, dedicando al Rock un día a la semana, y poco a poco voy conociendo los lugares rockeros de Madrid y haciendo nuevos contactos.

    Por ejemplo, el día de Sonata Arctica quedé con Ana, una conocida de varios conciertos con la que coincido muchas veces de forma casual, y fui a la zona de Argüelles, donde, también de forma casual, estuve en los cuatro bares jevis que empiezan por T. Además fue un 2x1 porque precisamente en el concierto de Sonata Arctica me encontré con Carlos de Jaén, otra persona que he ido viendo en muchos conciertos y que conozco por compartir el Foro de Rafa Basa con Migue, mi compañero de batallas. Con quien no me encontré, aunque luego supe que también había ido al concierto, fue con Celeste y Miguel Ángel, a quienes sin embargo vi la semana siguiente cuando quedé con ellos.

    Luego, esta semana pasada, tras el concierto de Dare, hubo una fiesta de Rock Melódico organizada por Rock Angels, donde conocí un par de personas más. Poco a poco me voy haciendo un huequito. A ver qué ocurre este fin de semana, que tengo que expandir mi mundo fuera de casa porque dentro poca cosa se puede hacer, sobre todo porque cada vez se queda más pequeña.

    Pero de eso ya hablaré en el próximo capítulo: Sinvivencia.

    Mientras tanto, y como he hecho mucho hincapié en lo youtuberos que nos hemos vuelto, ahí va una lista de frikadas que necesitáis conocer para poneros a nuestro nivel:


    Hidrogenesse - Disfraz de Tigre

    Putilatex - Mira una moderna

    Flight of the Conchords - The Most Beautiful Girl

    Flight of the Conchords - I'm Not Crying

    Flight of the Conchords - Business Time

    Flight of the Conchords - Prince Of Parties

    Flight of the Conchords - Think About It. Think. Think About

    Flight of the Conchords - Issues

    Rob Paravonian's Pachelbel Rant

    El Reno Renardo - Crecí en los 80

    Pablo Carbonell - El kalimocho de mamá

    Goyo Jiménez - Los Americanos: Parte 1 - Parte 2 - Parte 3

    Goyo Jiménez - La Tele de antes: Parte 1 - Parte 2 - Parte 3

    Emo Cosquillas

    Anti emo argentino

    Contigo no bicho

    El Sabio de Alcalá

    Niño Araña

    Niño Axe

    Niño Mendez

    Ramón el Vanidoso

    Parodia animada de Ramón el Vanidoso

    Leañecos - La masturbación

    Delfín - Torres Gemelas

    Susy Díaz - No Mates a tu Hijo

    Ponzoña Musical - Son de Amores

    Jan Terri - Losing You

    Zlad - I Am The Anti-Pope

    Alexandrie Alexandra

    Tommy Seebach Band - Apache

    Arión Alonso - Desnudo

    El corto cutre

    Indian Thriller

    Indian Superman

    Tunak Tunak Tun

    Star Wars turco

    Calls For Cthulhu

    La peor escena de lucha de la historia

    Vaya Semanita - Los Batasunis en Madrid

    Vaya Semanita - Mamma Mía Promo

    Vaya Semanita - Mégane Promo

    Vaya Semanita - El Puente del Pilar Abertzale

    Vaya Semanita - Manual para no parecer vasco

    Vaya Semanita - El control de alcoholemia

    Vaya Semanita - House 1 y 2

    La Hora Chanante - Testimonios Axl Rose

    La Hora Chanante - Axl Rose

    La Hora Chanante - Mario Alberto Kempes

    La Hora Chanante - Tkachenko



    Bonus Tracks:

    Videobook Eva Moreno

    Juan Raúl y las Galletas Fritas

    Y no olvidéis que Cthulhu se comerá vuestra alma.



  • 1 comentarios:

    Anónimo dijo...

    estais colgaos, macho!
    un saludo des San JOsé